de mis labios aún sedientos de tu boca,
un suspiro se me escapa lentamente
y el gemido lucha en mi inconsciente.
Dando vueltas en el ruedo de mi cama
vuela, ropa, piel, sangre, sudor y alma;
mis uñas se aferran a tus huesos carcomiento tu piel,
mis dientes se incrustan en lo mas profundo de tu ser.
Tu cadera es un camino largo e inevitable,
tu espalda es mi juego preferido,
tu cuello es el yugo que me ahorca,
y tus manos las armas mas peligrosas.
Cierro lo ojos, me amarras las manos
siento tu peso presionando mi pecho,
abro los ojos, no estas arriba
solo tu lengua moja mis dentros.
Mi sangre hierve, la siento al salir
de mis hombros, de mi cuello
mientras escurre te sasias de mí.
Tu lengua recorre mi cuerpo desnudo
tus manos me estrujan, me hieren
y causan extraño placer.
Pentras mi cuerpo, desgarras mis dentros
te estorba mi piel, voy perdiendo el aliento
no mas gemidos, no mas suspiros
no mas aire sale fuera de mi boca.
Terminas, te ríes, has ganado de nuevo la batalla
alimentaste tus fuerzas, tu ego y tu sed de sangre
comiste la carne del angel de las alas negras
yace desnudo e inmovil su cuerpo
has terminado; te vas de mi cama.
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