martes, 20 de marzo de 2018

Vivir ¿contigo?

Como o por donde empezar a contar esta historia que fue la más divertida de mi vida, hasta que un día tome mis cosas y te dije adios... Cada vez que nos encontramos y amamos hacemos la estupidez de no pensar y dejarnos llevar por todo aquello que nos causa placer, como hablar uno con el otro, filosofar, comer, coger, dormir y hasta respirar el aliento del otro nos causa un placer eufórico que nos inhibe el proceso del pensamiento. Y es que siempre hemos sido impulsivos y viscerales, con nosotros nunca ha habido un punto medio y eso al fin de esta historia fue el porque huí. Todo empezó un Jueves lo recuerdo con exactitud cuando tomé el teléfono y escuche tu voz y las mariposas, los gusanos o los pájaros porque los sentía revolotear mis dentros volvieron a la vida, después de estar tanto tiempo en coma; hablamos, nos vimos y de un momento a otro dejé mi vida y mi estabilidad más no mi cordura, porque si algo tengo que reconocerte es que me has salvado en todas las maneras posibles que un ser humano puede ser salvado. (GRACIAS, en mayúscula porque lo amerita). Me fui a seguir -te -mi corazón -mi sueño -tu voz y me subí a un avión con lo que pude subirme, llegué y te puedo decir después de todo este tiempo que fui muy feliz pero al mismo tiempo muy infeliz, mi sueño estaba realizado, vivíamos juntos, dormíamos juntos eramos como una pareja de los 50 donde el hombre salía a trabajar y la mujer se quedaba en casa a limpiar a cuidar los hijos (mascotas en este caso), lavar la ropa, hacer la comida y la emoción del día para él era buscar otra mujer con quien quitarse las ganas y para ella ir al super, tomar tafiles y beber y tomar baños largos en la tina. Así fue nuestra vida durante varios meses donde ambos fingíamos que todo estaba bien pero no eramos sinceros, al menos yo no lo era, mi inmadurez no me dejaba decirte n soy feliz, quiero algo más que esto, no trabajar me vuelve loca, no tener a ..... conmigo me causa mucho dolor, y me sumergí en un abismo que yo misma me cree, donde no dormía por las noches y me metía al closet a llorar mientras tu dormías profundamente, donde en los días parecían tener demasiadas horas y yo no sabía a donde caminar para calmar mis ansias y poco a poco me alejaba de la mujer que alguna vez amaste y me convertía en la sombra que regreso a esta su ciudad natal. Quizá hasta el día de hoy entiendas el amor propio que me costo dejarte y la parte de mi corazón que rompí al decirte adiós; no supe pedir ayuda, no supe darte ni recibir tu amor, porque hoy entiendo que me amabas, a tu manera; y el hecho de que no me amaras como yo necesitaba o quería que me amaras no significa que no me amaras. Me fui de la manera más cobarde que encontré; un día cuando te fuiste a trabajar al volver no me encontrarías, solo deje el espacio vacío de mi lado del closet, empaqué mis maletas y me salí e tu casa y de tu vida, pero es que no podía decirte me voy, sabía que si me mirabas, si me decías no te vayas, no me iría y hubiera seguido en viviendo contigo y sin mi y sin ti. Sabía que a la menor seña de dolor en tu rosto mi corazón me pararía de tomar esa decisión y mi cerebro callaría porque ganaría mi amor por ti....... Porque aún después de todo el dolor y las lágrimas, eres tu el amor de mi vida, el único hombre que he amado más que a todo y a todos y a todas. Espero darle un poco de paz a tu mente ahora que sabes todo, espero me perdones, espero aprendas al igual que yo, y espero sepas que si ahora no te sigo o te pido que me sigas no es por falta de amor cariño mio, si no porque creo que caminar juntos en la misma dirección es lo que nos hará seguir escribiéndole capítulos a esta complicidad. Para mi Asere, mi complice de vida, desde el 2000.

No hay comentarios: