una falda, un calzón y un liston
ocupaba poca ropa
para esta situación.
A mis pies una mesa
con dos platos y dos copas
una bolsa con comida fría
una soda que se calentó.
Buscaba el telefono
o una señal
para saber si vendrías
si tenía que despertar.
Una vuelta 3 o 6
quizas mas fueron necesarias
para consiliar el sueño
a pesar de estar cansada.
Con los ojos cerrados
y lejos de este mundo
soñé faltalidades
soñé casualidades.
Como el conejo blanco
corriste escurridiso
y el reloj que llevabas en la mano
maracaba tiempo distinto al mío.
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