Al principio recuerdas como ese "sapo" te traicionó, engañó, dejó, mintió o cualquier otra razón por la cual no está lado; pero te pido hagas un mayor esfuerzo y también recuerdes los buenos momentos porque de que los hubo, los hubo: cuando te besó por primera vez, cuando te tomaba de la mano, cuando te abrazaba, cuando te hizo reir, o cualquier cosa que te hizo en algún momento de su relación suspirar.
En algún momento de el periodo de tiempo que pasate con el ese sapo, fué tu principe y adentrandonos aun mas en todo este asunto te pido recuerdes un refrán muy cierto: "La culpa no es del indio, si no del que lo hace compadre"; retomando el tema ¿Quién es mas culpable? El sapo que convertiste en principe o la princesa empeñada en besar sapos para ver con cual "principe se queda".
Las princesas como yo tendemos a mirar hacia enfrente y tomar la postura de REINA ROJA y ¡ha rodar cabezas!, pero rara vez volteamos a vernos al espejo y decimos LA REGUE; seguimos patrones y buscamos en otro pantano al sapo, pero seguimos buscando en pantanos y seguimos buscando sapos ¿que enfermo, no?
No necesite ver la película para meditar sobre esta situación, pero si necesite recordar los nombres de todos mis "sapos".
LEECION: Debo de alejarme de los pantanos y debo de dejar de besar a... debo de dejar de besar tratando de encontrar algo que nunca se apareció ante mi, como un principe. O besar por el simple placer de hacerlo....
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