Me veo

Sentada frente al espejo decidí tener una conversación conmigo misma, me ocupo tanto de las tareas autos encomendados que no dejo a mi mente relajarse, hasta para meditar tengo una hora y un momento y un espacio y ¿en qué momento me relaje?; no sé, creo que no lo he logrado. Últimamente de ser la persona más desorganizada del mundo tengo horario, día y momento para todo, soy una empleada responsable que asiste inmaculadamente al trabajo cada día antes de la hora de la entrada, soy ama de casa que llega por las noches a cocinar y limpiar y recoger aquello que quedo pendiente en la mañana, soy mama que agenda hasta las actividades que realizara con su hijo, tengo Domingo familiares, visitas a la casa de la abuela, comida con papa o mama según el día y el caso, amiga que sale se divierte y hasta toma unas cervezas una vez a la semana, y aparte de todo tengo tiempo para darme el lujo de ser pareja y cenar y …. Algo más con la negación de novio que tengo. Pero de nuevo me hago la pregunta ¿en qué momento me relajo? Si justo antes de dormir pongo la cabeza en la almohada, empiezo a sacar cuentas de mis pendientes, repaso la lista del mandado, recuerdo los dos trastes que deje en el fregadero y después de 5 minutos me levanto a lavarlos, pongo de nuevo la cabeza en la almohada leo un poco más, repaso los pendientes del trabajo y lo que hare en la semana, respiro y me regaño a mi misma diciéndome que tengo que dormir porque necesito descansar; pienso en mi relación y le doy 100 vueltas y de nuevo me digo …. Tienes que dormir y descansar. Leer es una satisfacción y un pasatiempo que deje guardado en un cajón por mucho tiempo, retome el habito pero cada que leo mi mente da vueltas analizando y pasando la película en mi cabeza de las palabras que con tanto esmero el autor plasmo en esas hojas, pero no me causa una satisfacción plena, creo que entre tanta tarea, compromiso y responsabilidad no tengo algo para mi, un placer gustoso que me deje en paz y eso me causa cierto disturbio. Sigo sentada observándome; aparentemente no me veo tan diferente a un año atrás pero tanto ha pasado, tanto ha cambiado, tanto he dejado, tanto he pensado que constantemente me duele la cabeza de que no la dejo descansar, mis piernas de tanto caminar y mis ojos de tanto observar.