viernes, 9 de julio de 2010

El poder de la Teta

¿Cuántas veces no has sido presa de tus propias fantasías?

te vas a la cama y corre tu imaginación, cierras tus ojos

y tu mente empieza a jugar trucos haciéndote creer

que tu imaginación y tu realidad son uno mismo…

Anoche fui a la cama con poca ropa como suelo hacerlo

el calor me mantuvo inquieta parte de la noche,

rodé por la cama un par de veces hasta llegar a tus muslos

mi pecho rodeaba tu punto exacto para volverte loco.

Mi pecho rozo constantemente tu miembro ardiente

subió y bajo por tu piel, excitando tus sentidos

tu cuerpo, tu ser, el gemido que intentabas callar

era mas que evidente a mis oídos

Tus manos en mis senos acariciándolos firmemente.

tus labios cerrados para no gritar,

tus ojos cerrados para sentir cada fricción

entre tu cuerpo desnudo y mis pechos.

Mordí mis labios, gemí, sentí tu miembro firme, tenso

subí, baje, apreté las cobijas fueron victimas de mis uñas

clavándolas por el placer de pronto el néctar de tu cuerpo

roció mis senos y mi cuello y resbalo hasta mi ombligo.


Me di una vuelta más y quede profundamente dormida

pasaron varias horas, abrí los ojos, sentí la almohada

era mi cama, estoy sola, fue un sueño,

pero aun me siento mojada….