Fue tan breve el instante que te tuve ente mis brazos y compartiste mi cuerpo, aun recuerdo como fue nuestro primer encuentro saliste de entre la gente y tu figura me cautivo, venias directo a mi con paso firme, pero volteando atrás como si huyeras de algo…
Te tome entre mis brazos y te resguarde de aquello que tanto miedo había creado en ti, cure tus heridas del alma y la piel, te protegí mientras estuviste a mi lado, con mis caricias calmaba tus ansias, con mis besos te sanaba las llagas de aquel amor, fue un instante, pero parecía como si el mundo en ese momento se detuviera para dejarnos hacer el amor…
Pero tan pronto tus heridas sanaron y corriste a los brazos de aquel verdugo que te enseño a sentir amor con cuentagotas, que te enseño que la felicidad se encuentra con amores enfermizos y si es el rumbo que escogiste mi pequeña, aprende a curar tus heridas con la sal de tus lagrimas, porque nadie mas lo hará…